Carlos Lachaplan

Unknown

Bio

Celebramos nuestro primer mes de matrimonio de 3. Habíamos pasado todo el mes follando, cualquier momento era bueno. Entre los 3 una semana antes de nuestro aniversario, compramos varios artículos de un sex shop on line. También coincidió que ya teníamos toda la casa montada, ya trajeron lo último que habíamos comprado.

Ese fin de semana que teníamos todo planeado, para celebrar y estrenar todo lo que habíamos comprado, se empezaba a estropear. Porque habíamos dado largas a la familia de venir a ver el piso, con la excusa de que no estaba todo montado todavía, pero ya sabían que lo teníamos acabado y no había excusa como digo. Quedamos en que vendrían a comer el sábado y nosotros lo celebraríamos por la noche, todo perfecto.

El primer fallo que cometimos o que cometí, fue invitar a las dos familias para quitárnoslo de un plumazo. Por parte de Marisa vinieron sus padres, su hermana y su hermano, su prima, que era como una hermana, su confidente, con sus respectivas parejas. Por mi parte vinieron mis padres mi hermana con su marido. Al final nos juntamos 15 personas, sin contar los niños.

Se notaba la curiosidad por conocer a Hugo y además tenía que subsanar lo que dije que era gay y no sabía cómo hacerlo. Hugo cayó bien a todas las familias, sobre todo a las mujeres.

Sobre las 5 de la tarde se marcharon todos menos la prima y mi hermana, que se quedaron un poco más, algo normal porque las 3 se conocían desde siempre y tenían mucha complicidad.

Mi cuñado Rafael con el que no me llevaba bien conto que tenía un problema en el coche y Hugo se ofreció a echarle un ojo, que entendía algo de mecánica. Se bajaron a la calle y los acompaño, Leo, el marido de la prima de Marisa, un tío muy simpático, que este si me caía bien. A mí me dejaron encargado de preparar los mojitos. Ya de paso me quede escuchando lo que hablaban las 3 mujeres.

Marita mi hermana, les contaba a las otras dos, que Hugo de gay nada, que no ha parado de mirarme las tetas y no era una mirada de un gay. Marisa no decía nada y Dolores, la prima, decía que estaba de acuerdo con Marita. Marisa dudo un poco, trato de justificar a Hugo, les decía que hasta ella había mirado, que siempre iban las dos muy discretas, lo dijo con sarcasmo. Porque tanto mi hermana como la prima tenían una delantera exagerada, no sé cuál de las dos tenía más y siempre llevaban unos escotes de vértigo, como si se hicieran la competencia de haber quien enseñaba más.

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Se llamaban zorra, puta, en broma y entre risas. Parecía que se había olvidado todo, cuando volvieron al ataque y añadían que, si en verdad fuera gay, que era un desperdicio.

Marisa en plan confidencia les aclaro que no era gay, pero que yo lo había dicho para no tener que aguantar a mis padres y a los suyos. Se volvieron a reír y ahora con voz más baja, le preguntaban si lo había visto en paños menores, volviéndose a reír las 3.

Subieron los tres y se fueron a lavar las manos, el último en hacerlo fue Hugo, que estaba hablando con las mujeres y note como mi hermana y la prima, le provocaban descaradamente y como Hugo las seguía el juego.

Al irse a lavar las manos me acerqué y le resumí todo lo que había oído. Estaba en la cocina con Marisa y me decía que estaba cachonda sabiendo que Marita y Dolores estaban excitadas con Hugo. Apareció Hugo y sonriéndonos miro a Marisa, se acercó a ella, le sobo el culo y le dijo algo al oído. Marisa

Después de la comida familiar y sobre todo por la última conversación mantenida, Hugo ponía su impronta y marcaba con determinación quien mandaba allí. A mí ni me disgustaba, entre otras cosas porque había logrado en muy poco tiempo lo que yo siempre había deseado, que Marisa fuera una tía cachonda y lo había superado con creces, la había convertido en toda una “puta”

Creía que se había enfriado lo que hablo de meter a una mujer. Pero que va, en una comida que hicimos entre semana y cuando tomábamos el café, donde todo parecía muy relajado, Hugo, le pregunto a Marisa que quien era la candidata elegida.

Hacía tiempo que no veía a Marisa nerviosa, la puso así la pregunta y tener que contestarle que no, que es que tampoco lo había pensado mucho.

Hugo ahora me pregunto a mí, por si se me había pensado en alguna. La verdad es que no lo pensé seriamente y le respondí más o menos lo que Marisa y él nos dijo que ya lo había hecho el, que ya había pensado en alguna y que, para hacérselo más fácil a Marisa, le daría a elegir entre más de una. Avisándome a mí, que yo no podía opinar hasta después de hacerlo Marisa.

HUGO: No hay que perder el tiempo, las candidatas más adecuadas que veo, porque serian totalmente discretas so, redoble de tambores, Marita o Dolores. Si quieres las dos, por mí no hay problemas.

MARISA: ¡MADRE MIA! No lo has puesto fácil. Mi prima o mi cuñada y encima soy yo la que tengo que conquistar a la que digamos.

HUGO: Esa es la actitud, que no has dicho que no. ¿A quién ves con más posibilidades?

MARISA: La verdad, que, a cualquiera de las dos, pero lo que no se si conmigo sería factible. ¿Felipe, tu quien crees que sería la más factible?

FELIPE: A las dos las veo siempre muy decididas, de boquilla muy lanzadas las dos. Pero mi hermana no puede ser, porque estando yo en el hipotético caso de que quisiera, se negaría en rotundo, por lo que solo queda Dolores.

HUGO: No seas tan rápido descartando a tu hermana, que podría ser si tu no participaras, aunque podrías estar mirando o solo actuando con Marisa y conmigo. Ahora lo que tenemos que hacer es pensar cómo hacerlo, cuando y de qué manera. Vosotros dos diréis que yo solo las conozco de un rato.

MARISA: Eso no quiere decir que no puedas aportar ideas, que tú eres el más “malévolo” de los 3.

Marisa y yo, íbamos exponiendo ideas y hay que reconocer que cada una peor a la anterior, no lográbamos pincelar alguna forma de hacerlo y Hugo solo decía, esto es un disparate o esto es imposible de esta manera. Todo el tiempo nos habíamos centrado en que tenía que ser la prima y era la opción que a mi particularmente era la que más me gustaba, porque Dolores era muy apetecible de siempre y cuando hablaba con tanto descaro de sexo, que era algo que le encantaba, me lograba excitar siempre.

Seguíamos sin encontrar una respuesta y de pronto Marisa nos dijo que ya se le había ocurrido.

MARISA: Ya está, será con Marita.

FELIPE: ¿Y por qué con mi hermana?

MARISA: Tengo la excusa perfecta. La llamare diciendo que tú te vas de viaje y que me tengo que quedar con Hugo a solas. Que me haga el favor de venir a dormir.

FELIPE: Me parece una tontería. Si se supone que compartimos piso los 3, es que hay confianza y no desconfianza.

HUGO: A mí me parece una idea muy buena y factible.

FELIPE: Suponiendo que diga que se queda a dormir el día que sea. ¿Qué pasa conmigo?

HUGO: No sé si tu hermana querría que estuviese y no sé si tu querrías estar, pero lo que, si se puede, es facilitar que veas y oigas lo que hagamos.

FELIPE: Marisa, estas segura, porque si metemos la pata, se puede formar un monumental lio en la familia.

MARISA: Hombre Felipe, que no me voy a tirar encima de ella como si fuera una loca. Que primero tanteare el terreno y luego con algo de ayuda por parte de Hugo, ver si responde Marita.

FELIPE: ¿Cómo lo sabrás?

MARISA: Conozco a mi cuñada. Si viene vestida en plan zorrón las posibilidades están altas y cuando le diga de ponernos cómodas, sale con uno de esos conjuntos de putón y con dos copichuelas encima, no hay quien me pare.

HUGO: Marisa me encantas cuando te pones así, me tienes ahora mismo cachondo, te follaba ahora mismo.

Acompañamos a Marisa a su trabajo y luego nos fuimos nosotros al nuestro. Cuando salimos de trabajar y de camino a casa, Hugo me pregunto que como veía yo las posibilidades. No sabía que decirle, porque mi hermana era siempre una sorpresa y entonces me pregunto cómo era mi hermana en el terreno sexual. Le conté que desde bien pequeña siempre estuvo con chicos mayores, que más de un quebradero de cabeza le causo a mis padres y que tuvo varios novios hasta que conoció a mi cuñado.

Llegamos y ya estaba Marisa esperándonos. Iba con un vestido corto y sin nada debajo, como le gustaba a Hugo y a mí. Nos dijo que nos cambiáramos que iba a llamar a Marita. Una vez estábamos los 3 preparados, Marisa nos avisó para que no hiciéramos nada de ruido, que se supondría que estaba sola. Hablaban mi hermana y ella, nosotros escuchábamos la conversación y Hugo no perdía la ocasión metiendo mano a Marisa.

Hablaban como autenticas colegialas que acaban de conocer a un chico. De como seria Hugo en la cama y de cómo tendría la polla, esto todo mi hermana, que oyéndola hablar parecía una “salida” no la reconocía y Marisa le tiraba de la lengua y añadía comentarios muy calientes. Mi hermana no paraba de decir que no le importaría hacerle un “favorcito” a Hugo y Marisa le decía que a ella tampoco y se reían como dos golfas.

Hugo hizo levantarse a Marisa y me di cuenta de que se había sacado el rabo y Marisa se fue sentando sobre el y se le escapo un gemido que trato de disimular y cuando mi hermana pregunto por eso, Marisa le contesto que de hablar tanto de “pan” le había entrado “hambre” y otra vez que se volvieron a reír. Como llego Rafael Marita se despidió de Marisa y le dijo que estaría con ella ese día.

Les quise dejar claro a Hugo y Marisa, que desde ningún sitio se podía ver el salón y la habitación. Hugo me dijo que eligiera ver el salón o la habitación.

Llego el día X, para mi hermana yo me iría después de comer y ella vendría mas tarde. Yo me había llevado a mi lugar de espionaje, agua y unas galletas de chocolate, por si la espera era larga. En el momento que llego mi hermana yo ya estaba escondido en la habitación, desde la que podía ver con perfección la habitación principal, eso si a alguno no se le ocurría cerrar la puerta.

Desde allí podía solo oír el resto de lo que pasaba en otras estancias. El tiempo transcurría y era todo un muermo, menudo aburrimiento, no se oía nada interesante. Se empezó a poner bien cuando hablaron que podían cenar y al final decidieron pedir la cena a un kebab. Le encargaron a Hugo que hiciera el pedido mientras ellas se ponían mas cómodas.

Ahora si las podría ver y cuando vi a mi hermana me quede embobado, menuda ropa que se había puesto. Según la teoría de Marisa al venir así vestida había muchas posibilidades, la duda era que se podía poner ahora para estar mas escandalosa, era difícil superarse.

Marisa le dijo que como había venido vestida, que así se la levantaba a un muerto, que como se notaba que sabía que no estaría su hermanito. Marita le dijo que el problema no seria su hermanito, que buenas pajas se había hecho espiándola de pequeño, había sido Rafael, pero que lo soluciono poniéndose el abrigo.

Luego mi hermana hablaba del paquetón que marcaba Hugo, que le habían dado ganas de tocárselo y se reían en voz baja. Se quedaron desnudas y como estaba mi hermana, me parecía que tenia las tetas mas grandes, algo mas caídas. A Marisa le debió de pasar lo mismo, porque se lo dijo y mi hermana le dijo que claro, que eso es lo que llevan los embarazos. Pero añadió que ahora gustan mas sus escotes.

Marita saco la ropa que había traído y le pregunto a Marisa, que se ponía, si el mata pasiones, que era un pijama chaqueta pantalón anchos o el pasional, que era un pijama de pantalón muy corto y con una chaquetita pequeña y con botones. Marisa le contesto con otra pregunta, que era lo que prefería ella y mi hermana sin cortarse le dijo que el pasional, que le apetecía calentar a Hugo y hacer que le reviente el pantalón.

Marisa le aviso de que Hugo se solía poner un pantalón corto y una camiseta solamente, que podía ser “peligroso” mi hermana decía que mejor y se puso el pijama provocativo y encima lo hizo sin ponerse nada debajo. Marisa le aviso que sentada se le vería hasta el “DNI” y mi hermana solo añadió que, por ella mejor, salvo que a ella le escandalizase. Marisa solo dijo que ella misma y ella se vistió igual que mi hermana, pero siendo su pijama corto bastante más discreto, porque además cuando vi pasar a mi hermana, la chaqueta se le había quedado pequeña y los pezones se trasparentaban y se notaban como misiles.

Luego fue Hugo el que se fue a cambiar y vi lo que era de esperar, su rabo en plenitud y reconozco que no me hubiera importado darle unos lametones. Se cambio rápido y se vino a donde yo estaba, me decía que mi hermana era un puta redomada y se estaba tratando de relajar para que su rabo volviera a su normalidad. Hizo tiempo hasta que llamaron con el kebab. Me quede solo nuevamente y de nuevo me empezó a dar el muermo, porque lo que se oía era aburridísimo, hablaban sobre los distintos restaurantes de kebab y de tonterías. Seria menos aburrido si por lo menos los pudiera ver.

Se empezó a poner interesante cuando empezaron a hablar de matrimonios, parejas, etc. Le preguntaban a Hugo porque no tenia pareja y les contesto que, porque le gustaban demasiado las mujeres y porque estar solo con una, que él no era monógamo y que al final llegaba la monotonía, aunque se amase a la pareja y les pregunto, seguro que con esos cuerpazos que tenéis, al principio os follarían con una locura sin igual y ahora como mínimo ha aflojado un poco.

Marisa se hizo la escandalizada por el “follarían” y Hugo se metió con ella y Marita le dio la razón, las cosas por su nombre. Oía como alguien preparaba las bebidas porque se oían los hielos. Mi hermana propuso jugar a algo para entretenerse y Hugo acepto. Mi hermana propuso algún juego de cartas y Hugo dijo que sí, pero que había que apostar algo, que si no era muy aburrido.

Las dos mujeres se fueron a buscar las cartas, pero lo que hicieron fue escaparse un momento para hablar. Aquí fue donde Marisa estando en nuestra habitación, le propuso a mi hermana que las apuestas fueran prendas y le pregunto a mi hermana que le parecía y Marita le dijo, que estaba bien que a enseñar “cacho”, Marisa le dijo de ponerse ropa interior para tener alguna prenda mas y mi hermana se negó.

Marisa le hizo otra propuesta, jugar en esa habitación, el suelo era de corcho, se podrían sentar sobre el y así evitaban la mesa del salón, que no les permitía ver el paquete de Hugo. Mi hermana acepto al instante y llamaron a Hugo se lo dijeron y a el le pareció bien, recogieron sus bebidas y fueron a la habitación.

El juego lo hicieron muy simple, no se calentaron la cabeza, sería la carta más baja perdía. Antes de empezar mi hermana se fue a llamar a su marido, lo hacia para que luego el no molestase. Lo que aprovecho Hugo, para colocar las cartas y hacer trampas.

Al terminar la llamada mi hermana se sentaba en el suelo muy decidida, en esa posición se le tenia que ver todo. 1ª ronda la perdió Hugo, que se quito la camiseta y ellas dos empezaron con grititos. 2ª Ronda Marita que se quito la chaqueta del pijama dejando sus tetas al aire y desde donde yo estaba se apreciaban con detalle los pezones totalmente erectos. Su cara era de orgullo viendo como Hugo los miraba. 3ª Ronda mi hermana y Marisa sacan una carta con el mismo numero y pierden las dos.

Marisa se levanta se quita la parte de arriba y la tira a la cara de Hugo. Mi hermana no quiere ser menos, se da la vuelta y se baja los pantalones haciendo una autentica exhibición y luego también le lanza los pantalones a Hugo, que los coge los mira los huele y dice buen bouquet. Ver la cara de mi hermana, me deja claro que esa noche se va a follar a Hugo, con o sin Marisa, eso ya no lo sé.

4ª ronda pierde Marisa y se calca la misma situación que con mi hermana y Hugo dice que un bouquet también exquisito, que difícil elección.

Al quedarse sin ropa, aprueban entre los 3 que prendas para ellas. 5ª ronda, pierde Marisa y le imponen un beso. Se hace la tímida y les da un beso suave en los labios. 6ª ronda pierde mi hermana y la misma penitencia, un beso. Se levanta muy decidida y se pone de rodillas junto a Hugo y se empiezan a comer la boca de una manera inaudita, una de las manos de Hugo acaricia una nalga de mi hermana. Termina y le dice a Marisa, así es como se da un buen morreo cuñada y para que aprendas bien, le da otro igual a ella.

Mi rabo esta a punto de “escupir” de lo cachondo que estoy y de los toqueteos que me estoy dando, sin ser una paja.

6ª ronda, pierde Hugo y aunque no lo puedo ver, se seguro que esta empalmado, porque la mirada de mi hermana era de deseo. Mi hermana lo único que puede articular es preguntarle que cuanto le mide y Hugo dice no saberlo.

7ª ronda, pierde nuevamente Hugo. Le toca lo del beso. Se levanta hace que Marisa se levante también y se besan cerca de Marita y veo como mi hermana le acaricia el culo a Hugo. Al terminar el beso con Marisa, le tocaba con mi hermana, que estaba sentada en el suelo. Hugo no le dice que se levante ni hace amago de agacharse, lo que hace es moverse un poco, quedando el rabo casi en al cara de mi hermana. Que se nota que se esta conteniendo, al final se levanta y se besan pasionalmente y apretándose bien los dos.

Hugo tocaba su culo y metía la mano entre sus piernas, mi hermana las abría y se apretaba más, me parecía que las cartas ya se habían acabado. La llevo a la cama y la hizo sentarse en el borde, esta vez mi hermana no se lo pensó, empezó una mamada de película. Marisa se acerco a ellos y los acariciaba a los dos. Me corrí sin poder resistirlo, pero curiosamente seguí empalmado.

Ahora Hugo se tumbo en la cama y se fue a poner un condón, mi hermana lo cogió y ante mi incredulidad e imagino que la de Hugo, lo tiro y dijo que a ella no le hacia falta. Se metió todo el rabo y apoyando sus manos sobre él, empezó a cabalgarlo y era muy cachondo ver como botaban sus tetas.

La que se quedo en un principio como desplazada fue Marisa, que no sabia que hacer, hasta se quito el atontamiento, se subió a la cama y se sentó sobre la boca de Hugo. Paso de no saber que hacer a besarse con su cuñada y tomando un poco las riendas, hizo que ella le comiera las tetas y mi hermana mas que comerlas las devoraba. Se iban intercambiando, se comían las tetas mutuamente.

Marisa estaba tan cachonda que se olvido de todo y le decía a Hugo, fóllate a esta puta como tu sabes, que se moría por probar tu rabo. Mi hermana casi sin poder hablar, le preguntaba si lo habían preparado, pero lo hacia con poca convicción. Se corrió Marisa y cuando lo iba a hacer mi hermana, le decía a Marisa que la besara que se iba a correr. Se besaron y mi hermana se corrió, mientras Hugo hacia lo mismo dando unos movimientos hacia arriba exagerados.

Ellas querían reposar un poco y Hugo no las dejo, le ordeno a Marisa que le comiera el coño, hasta limpiarle su corrida. Marisa dudo un poco, hasta que la hizo colocarse entre las piernas de mi hermana, que miraba ahora con sorpresa, pero a la vez complacida y si el ver como obedecía le llamo la atención, mas le llamo los azotes que le daba Hugo para que se lo comiera mejor.

Paro de dárselo y le puso el rabo en la boca a mi hermana que se lo comía con mas ganas que antes. O era que mi hermana lo comía muy bien o que estaba muy cachonda, porque se volvió a correr y vaya lo que decía mi hermana. Hugo les dijo que tenia ganas de follarse un culo y Marisa le dijo que desvirgase el de su cuñada.

Mi hermana riéndose le dijo que se lo follara, pero que ya era imposible que se lo desvirgara. Se puso con el culo en pompa y Hugo ni lo pensó, mi hermana se quejó un poco, pero disfrutaba cada centímetro de rabo que entraba en su culo. Hugo le dijo a Marisa que se pusiera delante que su cuñada quería comerle el coño y esta no lo dudo, una vez que lo tuvo delante se lo comió con ganas.

Otra vez me volví a correr viendo la escena, me hubiera gustado grabarlos. Después de correrse los tres, mi hermana beso a Hugo diciéndole, que tenia un buen rabo. Que había superado las expectativa.

Lo siguiente que ocurrió yo no lo pude oír, me lo conto luego Marisa. Porque mi hermana cerro la puerta del salón cuando entraron a tomarse otra copa.

Según me conto Marisa mi hermana le pregunto por todo lo sucedido. Ella le conto la verdad, que ahora tenia 2 maridos y que además Hugo era el señor de los dos. Que luego Hugo le pregunto que si había estado con muchas mujeres y que mi hermana sin decir numero dijo que con algunas. Que Marita le pregunto que, ya que entonces yo estaba al tanto, si estaba viéndolo todo, que ella dijo que no, pero que Hugo le dijo que sí. Que en vez de enfadarse comento que no le extrañaba que era un pajillero y que siempre la había estado “observando” y que si no le preguntáramos por el agujerito que hizo en la puerta del baño cuando eran chavales.

Que luego se le ocurrió seguir follando y darme un buen espectáculo. Que si había una próxima vez ya vería lo que hacían conmigo.

Lo siguiente que pude ver yo es que siguieron follando toda la noche y oía como hablaban de mí, como follaban entre ellas sin recato y como gritaban de placer.